Elegir entre las diferentes cubiertas para tejados en la construcción de nuestra casa hace que tengamos que enfrentarnos a la decisión de si apostar por una cubierta plana, o una cubierta inclinada. La primera opción suele asociarse a un estilo de casa más moderno y caro, y la cubierta inclinada a un estilo rústico y más barato. Sin embargo, ninguna de las dos afirmaciones son ciertas, ya que se puede dar un estilo moderno, por ejemplo, a una cubierta inclinada con teja plana. A continuación definiremos los condicionamientos técnicos más importantes que suponen los tipos de cubiertas para tejados.

CUBIERTAS PARA TEJADOS INCLINADAS

La principal y lógica diferencia que encontramos a nivel estructural, es la forma de evacuar el agua de cada tipo de tejado. Aunque la fuerza de la gravedad esté de nuestro lado en este tipo de cubiertas, desde Procemur recomendamos una impermeabilización del forjado que vaya más allá del propio revestimiento que vayamos a utilizar, colocándose sobre forjado una lámina impermeable y transpirable. Haciendo hincapié en una correcta colocación de los elementos y de las juntas entre estos, para asegurarnos del buen desagüe de agua.

Importante mencionar también, que las cubiertas son parte fundamental de la envolvente del edificio, por lo que deben estar correctamente aisladas. Estos tipos de cubiertas cumplen esta función de forma más eficaz que una cubierta plana, debido a que nos permite crear espacios entre forjados y cubiertas, disminuyendo también el impacto acústico.

CUBIERTAS PARA TEJADOS PLANAS

En este caso hay que preocuparse más por realizar un buen trabajo de aislamiento y de impermeabilización del forjado, ya que se deja de evacuar agua de forma natural, y para nada nos interesa una “piscina” en nuestro tejado.

La primera diferencia que encontramos es la necesidad, por lo mencionado anteriormente, de instalar sumideros en función del número de metros que tengamos de superficie. Evidentemente, hay que darle la correspondiente inclinación para que el agua fluya por estos sumideros, y a través de las bajantes se evacue el agua.

Sobre esta capa de inclinación, colocaremos una barrera de vapor, el aislante térmico seleccionado, una membrana impermeabilizante sobre la que se colocará el geotextil para evitar brotes de vegetación, y por último, la capa auxiliar, ya sea grava de canto rodado o pavimento si se hace transitable.

A pesar de estas generalidades, para una buena elección de cubiertas se hace indispensable la necesidad de realizar un estudio del entorno de la vivienda, centrándonos en el clima que la envuelve, la estética que se le quiere dar o que se le exija por viviendas vecinas.

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